Gente enojada.
Y ahí van ellos
Los con cara de mierda
Los con miércoles toda la semana
Los asesinos de los suicidas.
No importa la marca del auto que manejen
Ni la música que escuchen
Ni la cantidad de positivo en la cuenta
Ni las dimensiones de su casa
Ni el número de amantes y de orgasmos.
Van tristes, zombies, desencantados
Erráticos, inmunes, como levitando.
Todo le es ajeno a los enojados
No hay hermosos atardeceres ni bellos lagos
No encuentran paz en el viento que despeina palmeras como desvirgando
No hay felicidad en amanecer respirando
Caminando, oyendo, hablando, siendo
No hay bueno sobre la tierra para los enojados.
En qué planeta decidieron vivir los que sienten algo,
Los que ríen de dientes hacia adentro
Los que simplemente rien.
A dónde se fueron los con cara de santos
Los ingenuos, los que esperan, los que sueñan
Los optimistas, los de “no hay nada mejor que un día detrás del otro”.
Por dónde andan aquellos que disfrutan lo que hacen
Los que viven haciendo
Los que no vuelven la vida un número, un precio, un año
Los que olvidan el centímetro y el pintalabios.
A dónde se fueron los tipos bárbaros.
Regresen, ahora mismo, yo lo ordeno
O mándenme la dirección, que los extraño.
